lunes, 16 de mayo de 2011

APOLO

En la mitología griega y romana Apolo (en griego antiguo Ἀπόλλων Apóllōn o Ἀπέλλων Apéllōn) es uno de los más importantes y polifacéticos dioses olímpicos. El ideal del kurós (joven imberbe), Apolo ha sido reconocido variadamente como dios de la luz y el sol; la verdad y la profecía; el tiro con arco; la medicina y la curación; la música, la poesía y las artes; y más. Apolo es hijo de Zeus y Leto y hermano gemelo de la cazadora virgen Artemisa. Es conocido como Apulu en la mitología etrusca, influenciada por la griega. Apolo fue adorado en la antigua religión griega y en la romana, así como en el neohelenismo moderno.
Apolo fue el Dios de la belleza, es por ello que hay numerosas representaciones de su figura en monumentos en los que se pretende ensalzar la belleza masculina, así mismo fue el encargado de poner música en el Olimpo, acompañado por su Lira amenizaba a los demás dioses. También destacó su capacidad atlética por ello fue el primer ganador de los antiguos juegos Olímpicos, así como un hábil cazador, al igual que su hermana Artemisa.
El Oráculo de Delfos llegó a tener una gran importancia en la Antigua Grecia, pues mucha gente, de distinta clase social, iba ciegamente al Oráculo para escuchar la visión de Apolo, dios muy asociado a la profecía. La sacerdotisa que entraba en trance para ver el futuro, inspirada por Apolo, se llamaba la Pitia. Había tres, que se turnaban. La Pitia se sentaba en un trípode sagrado, donde entraba en trance tras inspirar unos gases procedentes de una grieta del suelo y decía palabras incomprensibles, que eran interpretadas por los sacerdotes del santuario. Estas interpretaciones, frecuentes en muchos mitos, eran llevadas a cabo ciegamente por reyes y sirvientes. En muchas ocasiones, las predicciones se cumplían.

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